El mayor obsequio de todos

 Redactado Originalmente en My Opera el 9 de julio de 2013

Al fin llegaron las vísperas del que yo llamo el evento blockbuster mas grande del verano. increible que siempre lo he visto como un día más. Sin embargo, este año no es el caso: Nunca había tenido la sensación que ahora tengo a escasas 24 horas de que llegue el día. Quizás y es porque al fin recibiré mi tan anhelado certificado bachillerato que tanto esfuerzo me costó obtener... no, no creo que sea eso. Quizás y es porque de entre todas las cosas ese día recibiré el que viene de ella será probablemente el regalo que más valoraré el resto de mi vida. Y no es por el objeto que me obsequiarán si no por la persona que me lo obsequiará.

De todas las amistades que de las que me he hecho a los largo de mi vida, la que he cultivado y fortalecido con ella es sin duda alguna la mejor amistad que he obtenido. Pensar que la mayoría de mis amistades no duran más de 2 años antes de dejarlos en el olvido de la lista de conocidos en el Facebook o en otras redes sociales me hace darme cuenta del valor de aquella hermandad que tengo con esta increible persona.

Hace ya cuatro años que la conocí, y aún mantengo una comunicación constante con ella. Un gran número de aventuras he vivido con ella, desde aquellos primeros días en donde le acompañaba después del colegio hasta los tranquilos paseos en las plazas y parques de la ciudad que realizamos hoy en día. Amigos somos, quizás más: Me atrevería a decir que la relación que tenemos, pocas personas en el mundo lo han experimentado... tal vez y solo los hermanos (si creyeron que se tornaría romántica la cosa se equivocaron).

Ella me ha enseñado que la amistad es un obsequio muy valioso y no todas las personas valoramos a quién nos la otorga o no sabemos cuidar tan mágnifico regalo. Creo firmemente que las personas deben tener al menos una persona en quién confiar plenamente. Encontrar a esa persona no es fácil y no todos la encuentran. Sin embargo tengo el orgullo de decir que ya la encontré y el mejor regalo que puedo recibir de ella no es aquél objeto que me dará el día de mañana, sino el que me dió hace cuatro años y el cuál aún tengo la dicha de disfrutar.

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