Imagen: Pixabay |
Pero nunca he dejado de publicar en mi blog.
Y aquí sigo, después de 7 años sentado, escribiendo semana tras semana, toda clase de cosas que la mayoría mis amigos de la escuela y el trabajo no entienden (a lo mucho serán 3 personas que conozco que escriben blogs), continuando una afición que sin querer terminé abrazando hasta el punto en que permití que defina aspectos cruciales de mi vida.
Tengo que aceptar que me encanta llegar a estas fechas precisamente por esta razón. Adoro mirar hacia atrás y ver lo que año tras año he ido construyendo, tratando (aún sin la satisfacción que busco) de transmitir a través de las palabras la emoción que me causa haber logrado continuar por un año más esta actividad que hace mucho dejó de ser un hobbie.
Un tercio de mi vida en internet
Fue el 28 de mayo de 2010 cuando me senté frente a un monitor de un “ciber” para escribir la primera entrada de La Taberna de Julio. Lo que inició impulsado por una mera curiosidad, se convirtió en lo que me gusta llamar un experimento que se salió de control.
"Esta actividad hace mucho dejó de ser un hobbie."
Mi primer comentario no tardó en llegar (sólo 2 meses): era simple en cuanto a su mensaje, pero poderoso en cuanto a su valor.
La emoción continuó y año tras año fueron llegando las visitas, los cambios, los aprendizajes hasta que, apenas hace un año, me aventuré a inscribirme en el programa de Adsense para comenzar a ganar dinero con mi blog (después de todo, hay que sacarle algún provecho).
La aventura siguió y a inicios de este año decidí comprar un dominio propio que le de mayor presencia en internet a mi blog. Ahora puedes visitarlo en: www.tabernadejulio.com
Para celebrarlo publiqué un pequeño eBook que puedes descargar gratis aquí.
No todo ha sido ocio
Mi blog no solo ha contribuido a mis ganas de satisfacer mi curiosidad, si no que, sin querer, al escribir en él, comencé a desarrollar aptitudes y métodos que me han simplificado la vida académica.
Gracias a este hobbie, desarrollé técnicas y habilidades de investigación, escritura y redacción que me han valido reconocimiento y felicitación por mis trabajos académicos. Más de una persona se ha acercado a mí para preguntar si le “podría enseñar a redactar”, poniéndome en aprietos pues, a pesar de los halagos, no me considero ser el indicado para hacerlo.
No me considero un gran redactor, ni siquiera uno promedio. Pero tampoco le puedo negar a mi blog el hecho de que, gracias a él, puedo escribir con mayor claridad y orden mis ideas.
Gracias a mi blog, puedo escribir con mayor claridad mis ideas.
Aún así trato de ayudar en lo más que puedo a todo aquél que me pide ayuda, pues se lo debo a mis años de dedicación a mi blog.
Se lo debo a mi blog.
Y la aventura sigue...
Todo lo aprendido tiene un porqué y no pienso terminarlo hoy. Mi curiosidad sigue siendo la misma que hace 7 años, y tras 267 entradas, 195 comentarios y 34 suscriptores, tengo planeado seguir aprendiendo y satisfaciendo mi curiosidad.
Son siete años de constancia, persistencia, paciencia, esfuerzo y dedicación que se han arraigado en mí hasta convertirse en una actividad tan natural como el compartir una imagen en facebook... y aquí sigo.
Y seguiré.
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