El navegador web es la ventana al mundo que representa internet. Es una herramienta fundamental en las PCs, smarphones, tablets y cualquier dispositivo que pueda conectarse a Internet y por ello es importante elegir el que más se acomode a nuestras necesidades, una tarea muy dificil de realizar hoy en día en un mundo donde todos se copian a todos. El uso de un navegador viene de aquellas pequeñas diferencias con respecto a otros.
En ese sentido Opera ganaba sobre sus demás competidores porque en verdad era un navegador diferente: rápido, estable, y pionero de características que hoy en día vemos en todo navegador como el Acceso rápido, las extensiones (aunque no fue el primero, las hizo populares), herramientas como notas, marcadores, atajos del teclado, sincronización de cuentas... Una larga lista de aportes para uno de los navegadores más antiguos del mercado.
Claro, ahora es distinto, porque la rápida evolución de los navegadores hicieron que Opera no pudiera mantener el desarrollo de su motor Presto que alimentaba a su navegador por lo que optó por hacer lo mismo que los demás: usar Chromium como motor y copiar copiar y copiar del resto de lo navegadores. Y aunque esto no quita calidad al navegador (al contario, ésta mejoró más de lo que se podía) muchos extrañamos el antiguo Opera -el cual aún se puede descargar como una suite de internet que sigue recibiendo actualizaciones de seguridad -.
Es aquí donde entra Vivaldi: el navegador del ex-CEO de Opera.